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La angélica silvestre (Angelica sylvestris) es una especie de plantas de la familia de las umbelíferas, nativa de las áreas frías de Europa y algunas zonas de Asia. Se considera una planta medicinal y tiene varios usos en farmacología.[6] Una planta emparentada y con propiedades similares es la angélica doméstica (Angelica archangelica), en cuya evolución natural ha habido una mayor intervención humana.
Descripción botánica
Es una hierba que crece entre 1 y 2 m de altura. Su raíz, que es bienal, es muy carnosa, larga y gruesa y asciende de ella un tallo grueso, acanalado, fistuloso, ramificado y articulado, de color purpúreo. Las hojas son grandes bipinnadas, con folíolos de bordes serrados, lanceolados-ovalados y agudos y con pecíolos envolventes. Las flores son de un color amarillo verdoso y se disponen en grandes umbelas de 30 a 40 flores que, cuando maduran, se convierten en unas umbelitas más pequeñas pero mucho más compactas. Es una planta monocárpica, y florece de junio a octubre,[7] aunque se recolecta en el otoño.
Hábitat natural
Encuentra su hábitat natural en la península escandinava, el área de Laponia, Groenlandia, Finlandia y Rusia. Sin embargo, también se pueden encontrar poblaciones de angélica silvestre más al sur, restringidas a cadenas montañosas que tienen clima alpino, como en los Alpes, los Pirineos, los Apeninos y el Cáucaso.
Se adapta bien a diversos tipos de suelos, desde arenosos y alcalinos, hasta suelos con bajo pH.[8] Es una planta que se adapta rápidamente Crece en sitios húmedos y frescos, preferentemente umbríos.
Farmacología
- Aviso médico
Principios: Aceite esencial, ácido angélico, resina, tanino, pectina. En la esencia se han identificado: felandreno, furfurol, alcoholes metílico y etílico. Las hojas tienen un 1%. La densidad oscila del 0,8 al 0,9, siendo soluble en tres volúmenes de alcohol a 90°.[9]
- Propiedades medicinales
La angélica silvestre es y ha sido una planta útil en la medicina tradicional de muchas culturas europeas a lo largo de la historia. Su nombre proviene del griego ἄγγελος ángelos, 'ángel', por sus virtudes. Se aprovechan la raíz y las semillas. Es utilizado como aromático y antiespástico. Tiene varios beneficios en el sistema digestivo, puesto que es carminativo (favorece la expulsión de gases) y la atonía digestiva (falta de tonicidad en los órganos). En el caso de las menstruaciones femeninas, es un buen emenagogo.[9] A dosis elevadas, la angélica deprime el sistema nervioso central, es sedante y provoca inapetencia sexual. Puede provocar fotosensibilización y dermatitis de contacto. Se prescribe para la aerofagia, el asma nerviosa, la insuficiencia hepática, tensión abdominal y migrañas de origen nervioso con o sin vértigos.[6]
- Modo de empleo
Se recolecta en septiembre, preferentemente ejemplares de suelos secos, que tienen mayor riqueza en sus principios activos.[9] El herbólogo italiano Aldo Poletti describe los siguientes métodos para aprovechar las propiedades de la angélica silvestre:[6]
- Polvo, triturando los trozos de raíz. Se toman de dos a tres cucharadas mezcladas con agua o lo que uno quiera
- Infusión, de unos 40 g de raíces secas desmenuzadas en un litro de agua recién hervida. Se deja infusionar por media hora y se toma después de las comidas
- Cocción, de unos 20 g de raíces secas desmenuzadas en un litro de agua hirviendo. Se hierve por diez minutos y se macera una media hora. Tómese de dos a tres vasos diarios
- Tintura, macerando de unos 20 g de raíces secas desmenuzadas en 80 g de alcohol 70° durante diez días. Se cuela y se toman de veinte a treinta gotas diarias. Tomada poco antes de las comidas abre el apetito, y si se toma después, es digestiva.
- Vino, macerando en un litro de vino blanco unos 60 g de raíz seca machacada. Se cuela a los quince días y se toma después de las comidas.
Como planta medicinal, en el País Vasco se ha empleado para tratar afecciones de circulación sanguínea.[10] Las semillas cocidas se han utilizado en el Pirineo aragonés como carminativo y para ayudar a la digestión, tomando una taza después de las comidas[11]
Otros usos
Las semillas trituradas se usan como insecticida. Los tallos quemados en las brasas, liberan un humo aromático que dicen provoca estados visionarios al respirarlo.[9] En las zonas pirenaicas de Arán y Le Couserans, los tallos floridos de angélica se colgaban del techo para alejar de la casa los malos espíritus. La raíz se usaba como amuleto o talismán por los jugadores y los niños pequeños.[9]
Taxonomía
Angelica sylvestris fue descrita por Carolus Linnaeus y publicado en Species Plantarum 1: 251. 1753.[12]
- Etimología
Ver: Angelica
sylvestris: epíteto que significa "que crece silvestre".[13]
- Sinonimia[14]
NOTA: Los nombres que presentan enlaces son sinónimos en otras especies:
Nombres comunes
- Castellano: aguatocho, angélica, angélica borda, angélica palustre, angélica silvestre, aro, sabuda, sebuda, silbotes, yerbatana de puerto[16]
Estudios
- Estudio de interés sobre la polinización de A. sylvestris[17]
- Revisión que evalúa la importancia del género Angelica en relación con sus usos medicinales tradicionales, usos medicinales alternativos en la sociedad moderna y el potencial para el desarrollo de fármacos, y resume los resultados de varios estudios científicos sobre especies de Angelica o preparaciones que contienen Angelica para sus bioactividades, incluyendo, antimicrobiano, anticancerígeno, antitumoral, analgésico, antiinflamatorio, hepatoprotector, nefroprotector, etc.[18]
Detalles
Referencias
Bibliografía
- Plantas para el futuro: [1]
- Bailey, L. H. & E. Z. Bailey. 1976. Hortus Third i–xiv, 1–1290. MacMillan, New York.
- Fernald, M. 1950. Manual (ed. 8) i–lxiv, 1–1632. American Book Co., New York.
- Scoggan, H. J. 1979. Dicotyledoneae (Loasaceae to Compositae). Part 4. 1117–1711 pp. In Fl. Canada. National Museums of Canada, Ottawa.
Enlaces externos